El nombre de “Bula” proviene del latín bulla. Su origen hace referencia a la medalla que en la Antigua Roma llevaban al cuello los hijos de las familias nobles como símbolo distintivo hasta que vestían la toga. Posteriormente, durante la Antigüedad Tardía, el término pasó a denominar a cualquier Cédula Real emitida por los Príncipes que llevase un sello de oro, plata o plomo. Ya en la Edad Media se aplicó exclusivamente a los escritos emitidos por el Papa sobre asuntos doctrinales de relevancia. En un primer momento su nombre hacía referencia únicamente al sello que las acompañaba. Más tarde hizo referencia a todo el documento. A partir del siglo XV el término “bula” describe los documentos pontificios relativos a materias de fe o de interés general, concesión de gracias, privilegios, asuntos judiciales o administrativos expedidos por la Cancillería Apostólica.
Los ejemplares del Archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Pedrola son dos bulas en pergamino expedidas en Roma el 18 de diciembre de 1576 por el Cardenal Alessandro Farnese, vicecanciller de la Iglesia Romana. Condecen la facultad de fundar en la Parroquia de Pedrola la Archicofradía del Santísimo Sacramento, una petición expresa de los jurados, el concejo y la población de la villa.