El Aeródromo de Gallur de 1938

En marzo de 1937 la Legión Cóndor llegó a España para prestar apoyo a las tropas sublevadas. Establecieron diferentes bases aéreas para sus grupos de aviación, el J/88, el K/88 y el A/88, que jugaron un papel fundamental en el desarrollo de la guerra. El aeródromo de Gallur formó parte de esa red de bases activas durante la Campaña de Levante, junto a los aeródromos de Sanjurjo (Zaragoza), La Cenia, Alfaro, Buñuel y Tauste.

Gracias a la digitalización de la documentación conservada en el Archivo de Gallur, sabemos que al menos veinticinco militares alemanes llegaron en enero y que se alojaron, solos o por parejas, en casas de civiles galluranos. Y lo mismo sucedió en octubre con la llegada de la Sección Fotográfica de la Legión Cóndor.

El Aeródromo de Gallur comenzó a funcionar en enero de 1938 con la llegada de dos de las cinco escuadrillas que conformaban el Grupo de Caza J/88 de la Legión Cóndor. Llegaron tras la Batalla de Teruel. Su objetivo era “desalojar al enemigo de sus posiciones al Este de Zaragoza y empujarlo hacia el Mediterráneo, tan lejos y tan rápido como fuera posible”.

Las unidades eran la 3.J/88 y la 4.J/88, bajo las órdenes de los tenientes Adolf Galland y Eberhard d’Elsa, respectivamente. Estaban dotadas cada una de ellas con doce aviones Heinkel He 51. Cada escuadrilla llevaba como distintivo un símbolo diferente pintado en el avión y que terminó adoptándose como sobrenombre de la misma. En el caso de las dos que recalaron en Gallur, la primera llevaba a “Micky Mouse”,  la segunda utilizaba el as de picas.

Durante el desarrollo de la Guerra Civil Española (1936-1939), el bando sublevado tuvo la necesidad de construir una escuela de caza, con el objetivo de instruir a los futuros pilotos. Esta idea fue impulsada por la aviación Legionaria y el Mando Aéreo.

La primera escuela de caza tuvo lugar en la localidad de Gallur, en la provincia de Zaragoza. El aeródromo y la escuela estaban situados cerca de la antigua fabrica de Harinas y de la estación de ferrocarril. Tenía aproximadamente una superficie de 1.200×650 metros y presentaba una forma trapezoidal. Además de la pista de aterrizaje para los aviones, también se construyeron diferentes edificios como hangares o almacenes para el desarrollo correcto de la escuela. Los soldados que eran instruidos se alojaban en la propia localidad de Gallur, como se atestigua en los documentos encontrados en el Archivo Histórico Municipal de la localidad.

La escuela de cazas tuvo una gran importancia para la formación de los pilotos y para el desarrollo de la Guerra Civil. Estuvo operativa durante nueve meses, en los que se desarrollaron tres cursos de caza. En la instrucción de los pilotos y en el funcionamiento de la escuela tuvo una gran importancia el apoyo de los italianos, que aportaron material y además eran los que adiestraban a los alumnos.

Pero sin duda, el mayor contratiempo que hubo a lo largo de este curso fue el fallecimiento de un alumno. Durante la realización del curso, se produjo un accidente en una de las maniobras. El 30 de mayo tuvo lugar el trágico suceso donde falleció el piloto Paulino Mujica. Este primer curso, finalizó oficialmente el 16 de junio de 1938. Una vez concluido, los veintidós pilotos que obtuvieron una valoración favorable fueron destinados rápidamente a grupos de combate entre los que cabe destacar el 2-G-3 de Fiat, el 3-G-3 o el 5-G17. Tras la experiencia positiva del primer curso, se decidió realizar otro segundo curso el 2 de julio de 1938. El adiestramiento siguió una dinámica similar al curso anterior, siguiendo los mismos instructores y teniendo el mismo problema de recursos. En este curso, los pilotos volaron una media de 38 horas. El curso tuvo una duración inferior a dos meses, concluyendo el 21 de agosto, y los pilotos declarados aptos se incorporaron a grupos de combate.

Durante este curso comenzaron a surgir conflictos entre los habitantes de la localidad y los militares de la escuela. Los primeros se quejaban de la ubicación de la pista, los segundos esgrimían que los vecinos de Gallur atravesaban la pista de aterrizaje en mitad de las maniobras. Al final, se prohibió a los galluranos atravesar la zona del aeródromo. El último curso tuvo lugar entre el 1 de octubre y el 10 de noviembre. Este curso contó con veintidós alumnos. Los principales modelos que seguían usando los alumnos era el Romeo 41 doble-mando, aunque en este último curso también tenían algún Fiat CR-32.

La recuperación y digitalización de esta documentación aporta unos datos muy significativos para comprender el impacto que el Aeródromo causó en la población de la localidad.

Puedes consultar las fuentes primarias de documentación del Archivo aquí:

ES_50118_AM_0214_0005_PDF